Conociendo la ansiedad
El Estrés lo definíamos en un blog anterior como el conjunto de reacciones biológicas y psicológicas producidas ante la sensación de una agresión o peligro.
Estas sensaciones, van íntimamente ligadas a la ANSIEDAD y el miedo, que generan emociones fuertes tanto en adultos como en niños, haciéndonos perder nuestro vivir.
Comprender cómo funcionamos, darle su lugar al miedo y a la ansiedad, nos ayudará a poder controlarlas.
Muchas veces muchos de nosotros nos hemos sentido estresados, ansiosos, con miedo, angustiados...
Y muchos hemos sentido “que nos va dar algo” o eso que llamamos “crisis de ansiedad”.
La crisis de ansiedad es la aparición de un miedo o malestar intenso que puede venir acompañdo de alguno de los siguientes síntomas:
• Taquicardia: palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca.
• Sensación de ahogo, con respiración rápida.
• Opresión en el pecho.
• Miedo o pánico.
•Sudoración o escalofríos.
• Temblores.
• Náuseas o molestias abdominales.
• Mareo.
• Sensación de irrealidad.
• Sensación de entumecimiento u hormigueo.
Si a esto le sumamos el factores externos: salud, socilaes, etc., frencuente que ante un ataque de panico pensemos:
“me va a pasar algo”, “me puedo morir”.
Este pensamiento surge debido al malestar físico y real que nuestro cuerpo está sufriendo, y no hace otra cosa que retroalimentar todos los síntomas fisiológicos que acabamos de mencionar y entramos a una dimensión de un círculo vicioso.
A veces los sucesos estresantes provocan determinadas reacciones, activándose ciertas respuestas que nos afectan. Si interpretamos esos síntomas de forma errónea y pensamos que algo terrible nos está ocurriendo, podríamos entrar en pánico. Es importante codificar lo que nos pasa como una respuesta normal de nuestro cuerpo frente al estrés, miedo y los eventos inesperados.
La angustia que sentimos ante esa misma situación hace que nuestras sensaciones se incrementen, se hagan más intensas. De nuevo las reinterpretamos y nos centramos en esas sensaciones, desencadenándose entonces pensamientos catastrofistas. Aquí formamos una espiral en los que la persona cree estar en peligro.
La espiral termina cuando la persona reconoce que la situación está bajo control, o bien cuando el objeto del pánico desaparece.
En nuestro siguiente blog seguiremos profundizando en la ansiedad al analizar la emoción biológica que se oculta.
Ignacio Lange