Camino para cerrar ciclos: Dejar ir
Los seres humanos tendemos a aferrarnos a lo conocido, por más negativo que sea.
La costumbre es una fuerza muy poderosa que nos impulsa a mantenernos en la inercia. Se percibe como si fuera más fácil soportar lo malo conocido, que emprender la aventura de lo bueno por conocer.
Por lo anterior, suele haber una resistencia a cerrar ciclos.
Cuando hablamos de ciclos nos referimos a esos procesos de la vida que comienzan, se desarrollan y concluyen. Así, aunque en la práctica nada termine del todo realmente, es importante aprender a cerrar ciclos cuando se agote el proceso, para seguir adelante y evitar quedarnos estancados.
Reconozcamos que hay una parte de nosotros que quisiera seguir en lo mismo y no experimentar ninguna incertidumbre frente a lo nuevo, de ahí que la primera tarea sea la de “dejar ir”.
Un ciclo se cierra cuando el proceso ya se completó y solo quedan restos del mismo.
El cierre solo puede hacerse de manera consciente.
“Un gran error es arruinar el presente recordando un pasado que ya no tiene futuro” -Autor anónimo
Es posible que ya no haya algo a qué aferrarse, pero mentalmente seguimos conectado a ello.
Dejar ir es una forma de reconocer la nueva realidad y empezar a vivir lo NUEVO
Ignacio Lange
(Puede interesar también el blog del del 15 de Septiembre: “7 consejos para un “cierre” de cualquier experiencia vital”