Visualización para nuestro bienestar y transformación: (II parte) ¿Cómo practicar la visualización?
En este tiempo en donde todo se está moviendo muy rápido y que a la vez, también nosotros tenemos que movernos a ese mismo tenor, tendemos a bloquear nuestra energía por el estrés, la ansiedad o el miedo…. Esto va provocando bloqueos en nuestro cuerpo que se pueden manifestar en enfermedades físicas o psicológicas, como el cansancio, la fatiga, la desolación, la depresión, la angustia y la falta de vitalidad.
Las visualizaciones son un recurso para ayudarnos a volver a nuestro centro. Aquí les dejo algunos pasos para hacer una buena visualización:
1. Visualiza la actividad. Piensa que lo que ves es lo que obtendrás y debes estar dispuesto a que la creatividad y la síntesis mental te guíen. Cierra tus ojos e imagínalo.
2. Visualiza el resultado deseado. Cualquier persona que quiera cambiar de la noche a la mañana sólo se desilusionará. Aunque hayas ganado una fortuna, estarás igualmente insatisfecho en un periodo corto de meses sino profundizas en el resultado que realmente quieres conseguir.
3. Fija tu mentalidad. Nada mejorará cuando te sientas mal contigo mismo y con las oportunidades de tu vida. Una mentalidad positiva conseguirá que un periodo desafortunado se convierta en un periodo de esperanza. Hará que el vaso medio vacío se convierta en el vaso medio lleno y un día lluvioso se convertirá en un día con rayos de sol, que se cuelan entre las nubes.
4. Traslada tu imaginación al mundo real. Después de que hayas pasado momentos, días, meses o hasta años visualizando las posibilidades, llega el momento del cambio. Justo en el momento antes de llevar a cabo la actividad real que logrará algún resultado o incluso el resultado para llegar a tu meta, enfócate claramente en la imagen de la acción que estas a punto de llevar a cabo.
La visualización solo funciona cuando estamos calmados, tranquilos y dispuestos a dibujar en nuestra mente -liberada de las preocupaciones inmediatas- aquello que queremos alcanzar. Sin dejarnos atropellar por la prisa, hay que pensar activamente en las posibilidades, dejando fuera todo lo que no tenga que ver con las metas.
Así que, sea lo que sea que imagines activamente, relájate y tu cuerpo -que es maravilloso- recibirá esa fuerza para ponerse en camino.
Ignacio Lange