Conocer nuestras emociones será clave.
Conocer nuestras emociones será la clave para salir adelante.
La crisis de salud actual nos ha superado a todos como sociedad hiperconectada y globalizada. Nos ha forzado a hacer las cosas de otra manera (en algunos casos, nunca imaginado por cada uno de nosotros), nos hemos adaptado a nuevos procesos de forma acelerada, a tener más cuidados personales, al manejo de compras para el hogar sin caer en la histeria colectiva, al distanciamiento social físico y a tomar las precauciones en el mundo laboral porque no podemos parar, o al trabajo en casa, para resguardarnos…
Nos enfrentamos a emociones que a veces no sabemos expresar y nos pueden superar: nos agobia el miedo, la incertidumbre nos hace ver todo gris, el estrés nos enferma, la ansiedad nos quita la felicidad… lo que escuchamos, lo que leemos, lo que nuestros amigos comparten en sus redes o, nuestras redes sociales, provocan que perdamos la capidad de dormir sanamente y, cada día sentimos que estamos ante un precipicio, el final en un corto plazo de un estilo de vida conocido y desfallecemos, queriendo todas las mañanas despertar de esta permanente pesadilla.
Como humanidad ya hemos vivido otras pandemias y situaciones difíciles, sabemos que como sociedad hemos salido fortalecidos; por tanto, debemos afrontar esta crisis con una mentalidad positiva y propositiva, para lograr esto, conocer nuestras emociones será la clave.
Y como afirma Sigmund Freud:
Por eso es importante saber expresarlas, conocerlas y darles su lugar.
Ahora bien, seamos consientes que desde pequeños hemos ido ignorando nuestras emociones, porque así nos lo decían: “es por tu bien, no digas nada”, “esto no se hace así” , “compórtate de esta manera”, etc.
Nadie nos enseña cómo enfrentar nuestras emociones y mucho menos nos hablan de la “salud emocional” como un recurso para nuestro bienestar.
No aprendemos ni en nuestras familias, escuelas, ni en las iglesias, o en nuestros trabajos, aquello que llamamos “emociones”, cuando aprender a gestionarlas es vital para el desarrollo de la persona, de la consiencia y para la construcción de relaciones sanas y seguras.
La mayor parte de las personas hemos aprendido equivocadamente, que lo importante es “sentirse siempre bien". Esta idea nos lleva a tratar de evitar a toda costa lo que llamamos emociones "negativas”. Y tendemos a evaluar nuestras emociones como “positivas o negativas”, cuando en realidad no son ni buenas ni malas, simplemente “son”. En tal caso, las emociones deben de ser consideradas como “adecuadas o inadecuadas”, dependiendo del momento en que surgen, su intensidad y la manera en cómo nos afectan. Por ejemplo, una emoción adecuada es el miedo ante la posibilidad de contagiarnos con el Covid19, lo cual favorece las medidas a tomar: distanciamiento social, cuidado en el lavado de las manos, uso de mascarillas, etc., este miedo nos ayuda a estar atentos y alertas; esta misma emoción (miedo), es inadecuada cuando viene de un medio externo, del cual no tenemos control, por ejemplo, la sobre exposición de noticias que nos inundan por todos los medios y nos quitan la paz, aumentan nuestro temor y nos hacen vulnerables.
Seamos consientes que las emociones reflejan nuestro mundo interno, ya que dirigen una gran parte de nuestras conductas. Nos indican cómo estamos evaluando y juzgando las diferentes situaciones o eventos que vivimos y nos ayudan a tomar decisiones. Lamentablemente las emociones han tenido mala prensa y suelen atribuirse a personas no exitosas o poco profesionales, siendo esto, una mentira que nos impiden lograr mejores objetivos en nuestras vidas.
Conocer, nombrar y expresar adecuadamente nuestras emociones, nos facilita una mayor intimidad porque me conozco mejor y me permite enfrentar esta crisis de salud, con todos los recursos internos que poseo y tener más control de mí mismo.
Debemos confiar que estamos saliendo con un gran aprendizaje de esta situación actual que estamos viviendo -algunos con mayor dolor que otros-, pero en la medida que comprendamos cómo nuestras emociones son las herramientas para sobrellevar mejor el día a día, podremos recuperar todas las dimensiones de nuestra vida de manera más sanas.
W. Ignacio Lange C.